el dominio sería el nombre único y exclusivo que se le asigna a tu página web en Internet. Sería algo así como el equivalente de la matrícula de tu coche, pero aplicado a tu página web.
Gracias al dominio que has vinculado a tu página web, aquellos usuarios que te busquen en Internet por el nombre de tu web te encontrarán fácilmente y podrán acceder a tu contenido.
El dominio se utiliza para “humanizar” la Red y hacer la navegación más sencilla y accesible para las personas.
Suponemos que te resultará más sencillo recordar, por ejemplo, el dominio computerhoy.com que los doce dígitos que puede contener una dirección IP multiplicado por las decenas de portales y páginas web que visitas a diario.
Obviamente, el funcionamiento a nivel técnico es algo más complejo que eso, ya que lo que realmente se encuentra tras un nombre de dominio es una dirección a un servidor DNS (de las siglas en inglés de Sistema de Nombres de Dominio), que a su vez enlaza con la dirección IP del ordenador en el que están alojados los archivos que forman tu página web, creando así un nexo de unión entre el nombre de dominio que los usuarios escriben en su navegador para encontrarte y tu página web.