El reportaje es un género periodístico que se ocupa de la narración de hechos o noticias sobre temas diversos. En sus inicios, consistió en un informe escrito basado en la observación directa o en una investigación exhaustiva. Esta información provenía, en la generalidad de los casos, de un testigo que contaba una historia que luego era publicada.
De acuerdo con fuentes históricas, el primer reportaje con el formato que se reconoce hoy día fue el del editor Horace Greeley (1811-1872). Este artículo fue publicado en 1852 en el diario New York Tribune. Creeley entrevistó a un líder del movimiento mormón, y el estilo usado durante la entrevista sentó las bases del periodismo moderno.
Con los años y el desarrollo de los medios tecnológicos, las imágenes comenzaron a acompañar los textos del reportaje, reforzando su contenido. Los medios de difusión también evolucionaron. Las noticias comenzaron a transmitirse vía telégrafo hasta llegar a los medios electrónicos actuales. Esto hizo que disminuyera el tiempo de publicación.
En la actualidad, los medios de comunicación cuentan con sofisticados medios de propagación. Esto les ha permitido contar con el uso de una variedad más amplia de recursos audiovisuales para acompañar a los textos. Archivos de vídeo, audio y fotografía de alta definición, entre otros recursos, son comunes en la publicación de reportajes.
Por otro lado, el oficio de reportar la noticia también fue objeto de evolución. La máxima expresión de este proceso se dio durante el siglo XIX, cuando se evidenció una alta especialización temática. En ese tiempo, los reporteros – conocidos como corresponsales de guerra – tuvieron papel estelar en las noticias de las confrontaciones bélicas europeas.
El género periodístico del reportaje es enfocado. Se ocupa de responder las preguntas de quién, qué, cuándo, dónde y por qué de la noticia. Así pues, todo su material (textos y recursos) intenta responder estas preguntas. De esta manera se limita la noticia y se logra concentrar la atención del consumidor de la historia dentro de sus propios linderos.
Debido a que cosas siempre están cambiando, las noticias contenidas en los reportajes son de actualidad. A los fines de ubicar al lector, o consumidor de la noticia, los medios acostumbran rotular la información con la fecha de ocurrencia y con la fecha del reporte. Mientras más cercanas estén ambas fechas, más actualizado y útil será el reportaje.
La equidad es una cualidad que consiste en dar a cada quien lo que merece. Por otro lado, el equilibrio se entiende como un estado de inmovilidad de un cuerpo como resultado del equilibrio de todas las fuerzas que actúan sobre él. En el ámbito del reportaje periodístico, ambas cualidades se conjugan, entendiéndose como imparcialidad.
El reportaje, por su carácter de relato, respeta el principio de la fidedignidad. A tales efectos, echa mano de las descripciones detalladas y la secuencia cronológica, entre otros recursos. De esa manera, garantiza que el relato sea lo más apegado posible a lo ocurrido, presentando datos exactos como nombres, fechas y otros.
Las fuentes productoras de la información son acreditadas con suficiencia en el reportaje. Personas, organizaciones u organismos estatales productores de la información son mencionados ampliamente en la información.
El reportaje debe ser un relato corto. Sin omitir ningún detalle, las historias se deben confeccionar de manera resumida. Esto tiene su razón en las características del lector de las noticias. En la generalidad de los casos, este cuenta con un tiempo limitado para enterarse de la información.
La claridad es una de las características del reporte más difícil de lograr en los reportajes. Partiendo de la brevedad del escrito, este informa con la menor cantidad posible de palabras. Así pues, las palabras que se usan son breves y sencillas, evitando datos irrelevantes. De similar forma, tanto la introducción como los títulos son concisos y nítidos.
Con relación al cuerpo del escrito, este está formado por el menor número de párrafos posible. Por último, los textos deben estar libres de ambigüedades. En consecuencia, todos los hechos narrados son precisos y bien documentados.
El contenido del reportaje es usualmente impactante. Los hechos que lo motivan causan conmoción total o parcial de la comunidad que los lee, ve o escucha. En general, estas historias generan opiniones a favor y en contra. Así pues, el reporte puede causar solidaridad, rechazo o, al menos, controversia.
Los reportajes se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios. Entre ellos se pueden mencionar el contenido, el tratamiento de la información y el formato y También son criterio de división sus características estéticas y formales, el soporte y el canal de difusión.
Atendiendo al contenido o tema existen reportajes judiciales, de sucesos, de viajes, biográficos, autobiográficos, de sociedad, de costumbres y de interés humano o histórico. En el caso específico de reportes científicos, estos van desde reportajes médicos, astronómicos, ecológicos, hasta bioéticos y económicos.
Las modalidades en el tratamiento de la information incluyen reportajes informativos, interpretativos y de investigación. Los primeros se alimentan de los acontecimientos diarios. Por su parte, los interpretativos ofrecen una opinión personalizada del hecho o de los protagonistas. Y los investigativos buscan una mayor profundidad sobre el hecho.
Tomando como referencia el formato, los reportajes pueden ser breves, grandes reportajes, reportajes seriados, documentales y docudramas. De manera general, la adopción de un formato en particular está regido por el hecho y por la audiencia.
Con base en las características estéticas y formales, se pueden distinguir reportajes narrativos, explicativos, descriptivos y de citas. También, se encuentran en este renglón algunas modalidades híbridas tales como el reportaje-diario, la crónica-reportaje y el reportaje cinematográfico.
Teniendo en cuenta el soporte y el canal de difusión, se puede hablar de los reportajes impresos, televisivos, radiofónicos y cinematográficos o videográficos. No obstante, existen teóricos de la comunicación que solo reconocen dos tipos de reportajes: el reportaje informativo u objetivo y el reportaje interpretativo.
Según esta última clasificación, el reportaje informativo u objetivo es aquel que desarrolla el hecho noticioso e incluye declaraciones y descripción de ambientes. En tanto, el reportaje interpretativo hace énfasis en el análisis y la explicación de cómo o por que han sucedido los hechos.
La función informativa es la razón de ser del periodismo. Por extensión, también es vital para el reportaje. Así pues, una de las funciones básicas del reportaje es proporcionar a los ciudadanos información. Esta puede ayudar a tomar las mejores decisiones posibles sobre sus vidas, sus comunidades, sus sociedades y sus gobiernos.
Millones de personas dependen diariamente del trabajo de los reporteros para mantenerlos informados sobre diversos temas. El mundo se mantiene en constante cambio y la capacidad tecnológica de transmisión de información es ahora casi simultánea.
La descripción fidedigna del suceso constituye la parte medular de la información. Sin una descripción detallada de los hechos, no existe la información. En ocasiones, la situación obliga al reportero a introducir una de interpretación de los hechos que describe. Esto implica cierta subjetividad que pone en riesgo la integridad del reportaje.
Aseguran que esto enriquece la descripción y facilita su entendimiento por parte de los lectores. En algunos casos, inclusive, el punto de vista del reportero aporta más detalle que la descripción misma del suceso.
El reportaje se origina con una acción. Estos hechos involucran a unos personajes y a un entorno. La forma en que ellos interactuaron para generar la noticia conforma la historia que debe ser narrada. Esta narración es detallada, completa y con una secuencialidad similar a la ocurrencia de los hechos.
La forma de redacción de la historia usa los conectores adecuados para mantener la secuencialidad del acontecimiento. Este encadenamiento ayuda al lector a dar respuesta a las interrogantes que pueda tener.
La función investigativa del reportaje representa el armazón sobre el cual descansan el resto de sus funciones. Tomando en cuenta que la gran mayoría de los hechos contados provienen de testigos, el reportaje se complementa con consulta a otras fuente para efectos de corroboración.
El encabezado es el título del reportaje. Usualmente se compone de 10 palabras o menos. Este título persigue dos fines: presentar el tema del reportaje y captar el interés de los lectores, generalmente a través del uso de una redacción controvertida que cause un impacto.
En la industria de las comunicaciones se considera que el título o encabezado es la parte más sustanciosa del reportaje. De hecho, también lo consideran como un “gancho” que atrae a los lectores hacia la información.
En el campo de la prensa escrita (diarios, semanarios, revistas), el encabezado con frecuencia tiene otras subdivisiones. Una de ellas es el cintillo, que es breve (no más de 4 palabras) y se usa como marca de agrupación temática en la página. Bajo el cintillo se colocan todas las informaciones recopiladas en relación a un mismo hecho.
Luego del cintillo, y formando parte del encabezado, se encuentra el antetítulo en el cual se informa al lector del contexto de la información para lograr una mejor comprensión de la noticia. En esta partes se responden las preguntas: ¿dónde? y ¿cuándo?
Posterior al antetítulo. se puede encontrar el subtítulo. En esta parte se responden las preguntas: ¿cómo? y ¿por qué?. Este subtítulo complementa y matiza al antetítulo para hacerlo más comprensible.
La entradilla también se conoce como párrafo de entrada. Generalmente, está compuesto por 1-2 oraciones de menos de 30 palabras con las que se comienza el artículo. El contenido de este párrafo responde a las preguntas ¿quién?, ¿qué?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué? y ¿cómo? de la noticia. Las entradillas han ido cayendo en desuso.
Según textos históricos, su origen se ubica en la Guerra de Secesión norteamericana. En esa época, los corresponsales de guerra resumían lo más importante de las noticias en el primer párrafo. Esto se debía a la escasez de telégrafos para transmitir las informaciones y las constantes interrupciones que traían como consecuencia mensajes incompletos.
El cuerpo de la noticia es la parte más amplia del reportaje. Está organizado en párrafos cortos en los que se desarrolla con amplios detalles las preguntas esbozadas en la entradilla. Adicionalmente se incluyen citas de personas clave involucradas o relacionadas con el artículo.
Estos párrafos se organizan en orden de importancia partiendo de mayor o menor. Así, los párrafos del fondo contienen información que no es vital y puede ser obviada. Este modo de organización del texto ayuda a la edición posterior de la noticia. En caso de que se necesite eliminar párrafos, se comienza por los de la parte final del reportaje.